El uso de sensores de inducción electromagnética tiene un gran potencial para múltiples aplicaciones en la agricultura y la experimentación agronómica.
La inducción electromagnética permite obtener de forma no intrusiva información cuantitativa sobre la variación horizontal y vertical de las propiedades del suelo. Es una metodología que se implementa con facilidad en campo y que complementa y dirige los tradicionales muestreos de suelo y los análisis en laboratorio, reduciendo así los costes asociados a éstos.
La implementación de técnicas de inversión y las continuas mejoras en los sensores multi-señal convierten la inducción electromagnética en una herramienta para realizar imágenes bi- y tridimensionales del subsuelo.
El uso de sensores de inducción electromagnética tiene un gran potencial para múltiples aplicaciones en la agricultura y la experimentación agronómica.
La inducción electromagnética permite obtener de forma no intrusiva información cuantitativa sobre la variación horizontal y vertical de las propiedades del suelo. Es una metodología que se implementa con facilidad en campo y que complementa y dirige los tradicionales muestreos de suelo y los análisis en laboratorio, reduciendo así los costes asociados a éstos.
La implementación de técnicas de inversión y las continuas mejoras en los sensores multi-señal convierten la inducción electromagnética en una herramienta para realizar imágenes bi- y tridimensionales del subsuelo.