El trabajo se desarrolla en las masas mixtas de pino piñonero, sabina y encina de los páramos calizos de la Meseta Norte. Se estudia la supervivencia, crecimiento, respuesta fisiológica y reparto de biomasa de una plantación de las tres especies a lo largo de un gradiente lumínico y bajo condiciones de sequía inducida. Se establecieron 12 parcelas (45 m2 ), divididas en dos subparcelas, a su vez con 4 bloques, donde se plantaron 9 plantas (3 plantas por especie). Se fijaron 3 niveles de luz (HL: GSF~0.75: ML: GSF~0.45; LL: GSF~ 0.26); y dos niveles de disponibilidad hídrica (Co: condiciones ambientales naturales; y W-: reducción de precipitación del 30% mediante sistema de exclusión de precipitación).
El ensayo duró desde diciembre 2011 hasta mayo 2015. Se evaluó la supervivencia en 19 ocasiones y se midió la fluorescencia a la clorofila 4 veces. En mayo 2015 se hizo cosecha final, analizándose el reparto de biomasa y crecimiento. Las mayores tasas de mortalidad se registraron tras el primer verano, con efecto negativo del tratamiento HL sobre la supervivencia de encina y pino, y poco efecto de la exclusión. Bajo sombra, las tasas de supervivencia fueron mayores. La supervivencia estuvo íntimamente relacionada con su comportamiento fisiológico, modificado por el ambiente lumínico y la época del año, pero no por la exclusión. Los resultados apuntan a la mejor capacidad adaptativa de la sabina y a un peor comportamiento de la encina. Sin embargo, la capacidad rebrotadora de la encina puede resultarle beneficiosa a medio-largo plazo.
El trabajo se desarrolla en las masas mixtas de pino piñonero, sabina y encina de los páramos calizos de la Meseta Norte. Se estudia la supervivencia, crecimiento, respuesta fisiológica y reparto de biomasa de una plantación de las tres especies a lo largo de un gradiente lumínico y bajo condiciones de sequía inducida. Se establecieron 12 parcelas (45 m2 ), divididas en dos subparcelas, a su vez con 4 bloques, donde se plantaron 9 plantas (3 plantas por especie). Se fijaron 3 niveles de luz (HL: GSF~0.75: ML: GSF~0.45; LL: GSF~ 0.26); y dos niveles de disponibilidad hídrica (Co: condiciones ambientales naturales; y W-: reducción de precipitación del 30% mediante sistema de exclusión de precipitación).
El ensayo duró desde diciembre 2011 hasta mayo 2015. Se evaluó la supervivencia en 19 ocasiones y se midió la fluorescencia a la clorofila 4 veces. En mayo 2015 se hizo cosecha final, analizándose el reparto de biomasa y crecimiento. Las mayores tasas de mortalidad se registraron tras el primer verano, con efecto negativo del tratamiento HL sobre la supervivencia de encina y pino, y poco efecto de la exclusión. Bajo sombra, las tasas de supervivencia fueron mayores. La supervivencia estuvo íntimamente relacionada con su comportamiento fisiológico, modificado por el ambiente lumínico y la época del año, pero no por la exclusión. Los resultados apuntan a la mejor capacidad adaptativa de la sabina y a un peor comportamiento de la encina. Sin embargo, la capacidad rebrotadora de la encina puede resultarle beneficiosa a medio-largo plazo.